Title Thumbnail

Adhesiones á la Venta de los Ferro-carriles de la Provincia

9781465669827
213 pages
Library of Alexandria
Overview
Tengo el honor de someter á la consideracion de V. H. el adjunto proyecto de ley, para la enagenacion de los Ferro-carriles de la Provincia, cuyo envío os anuncié en el mensaje de apertura de las Cámaras, en el pasado período legislativo. Pienso que se altera por completo toda nocion de buen gobierno, cuando se pretende atribuir al Estado el rol indispensable de empresario de transportes, que solo puede justificarse por excepcion allí donde no se hace sentir la accion particular. Solo en este último caso la iniciativa es un deber, es más, es un sacrificio impuesto al Estado, en obsequio á los intereses de la comunidad. Pero estos deberes desaparecen cuando el capitalista toma sobre sí la responsabilidad de explotar una empresa, que por derecho corresponde eminentemente al esfuerzo particular, en el mismo órden que le corresponde la explotacion de todos los ramos del arte ó de la industria. Estas opiniones no son nuevas para mí, como lo sabeis, pues que mi programa y mi propósito es constituir en lo posible y dentro de la órbita constitucional, el máximum de libertad y el mínimum de gobierno, separando todo resorte que sea inútil é indiscutiblemente impropio en el mecanismo del Estado. Me parecia inoficioso deciros lo que está establecido en nuestra carta fundamental y que constituye el engranage de nuestro sistema de gobierno; pero me es necesario hacer esta digresion, para demostrar hasta que punto es conveniente que el Estado intervenga como administrador de reparticiones agenas á su propia naturaleza. Los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial son las altas autoridades que en la Provincia forman el sistema federal vigente en la República y el ejercicio de sus funciones está circunscripto á los preceptos y á las reglas atribuidas á cada Poder por la Constitucion que nos rige. Toda otra intervencion que no forme parte esencial del Gobierno, es perjudicial para la buena marcha administrativa y á veces suele ser una rémora para el progreso. El P. L. encargado de dictar las leyes, necesita de todos los recursos que económica y lícitamente pueda obtener para autorizar los gastos que demandan obras tan indispensables que hasta parece absurdo no las tenga ya la Provincia en el grado de adelanto que se encuentra. Y bien; los cuarenta millones de pesos oro que importa por lo ménos el valor real de los Ferro-carriles de la Provincia, y que vendrán del extrangero á aumentar nuestra riqueza pública, se traduciria bien luego por leyes de V. H., en canales de desagüe y de irrigacion, en caminos generales y municipales, en puentes que dieran comunicacion á distritos aislados de la Provincia, en obras de salubridad, en pavimentos para los pueblos y tantas obras públicas que reclaman especial y directa atencion por parte del Estado y que no pueden tener su iniciativa en la accion particular.