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Nuestra Pampa: libro de lectura

9781465649881
213 pages
Library of Alexandria
Overview
Comprende Nuestra Pampa,—arreglo metodizado y ampliación de mi libro «La Pampa»—una serie de crónicas objetivas sobre el más importante y rico de nuestros territorios, prolongación de la campaña de Buenos Aires. Su confección artística, como se advierte claramente, es marginal entre la literatura y el periodismo. Podrían, y posiblemente con propiedad, designarse sus capítulos, como crónicas de «alto reportaje». Y en cuanto a sus materias, bastará una ligera lectura, para encontrar que la historia, la sociología, la geografía, la economía rural, etc., han servido de base al estudio más completo que se haya hecho hasta ahora sobre la conquista del desierto. Por sobre el anhelo, fuertemente acariciado, de escribir un libro de lectura de generalizaciones argentinas, con descripciones de costumbres, paisajes y acontecimientos,—diluyendo en un volumen, siempre limitado, toda la inmensa fuente de inspiración que nos brinda el país—he preferido, lógicamente, la labor constructiva, robusta, completa, sobre determinada región, sobre esta Pampa tan universal y tan nuestra; tan próxima a los grandes centros urbanos y tan desconocida a la vez; tan legendaria y tan moderna; tan joven y tan promisora. Siempre he creído que los textos de lectura poligráficos, lejos de encauzar el espíritu y la vocación de los niños, contribuyen a pervertir y extraviar el concepto artístico o científico que deben formarse sobre las obras bellas. Los mosaicos, las antologías, ordenadas con o sin método, hechas de «menudillas» literarias, confecciones editoriales, inescrupulosas casi siempre, no serán jamás auxiliar poderoso del maestro en la inclinación artística o en la educación sentimental de sus alumnos en los grados superiores del curso de aplicación. La antología de Cossón,—permítaseme puntualizar—podrá recordarse con el valor del «vademecum» literario, de fragancias híbridas, con flores y malezas y donde la juventud inquieta, libara al acaso algunas mieles, como el gorrión en las cerezas del huerto abandonado. En cambio, «El Tempe Argentino» de Sastre, sacó triunfante la nota emotiva, llena de sabiduría, de bondad y de belleza, y dió con sus páginas, matices fundamentales para el estilo de muchos de sus niños, que debían de brillar, más tarde, en el libro, en la cátedra y en la prensa. ¡Lástima que aquel libro tenga sobre sí el achaque glorioso de los cincuenta años, mientras el Delta eglógico de los ceibales y la «canoa, sencilla como los afectos», remozado de civilización, se ha vestido con los atavíos de la agricultura científica, ha abierto sus puertos al frigorífico y sus arterias al «ferry boat»!... Tal es mi juicio sobre la confección material e intelectual de un libro de lectura. La época, sin duda, reclama otras exigencias en su contextura general. Es posible que la prosa movida, ágil, robusta a ratos, amena siempre, sea el punto central de la materia. De ello informaría el sistema dialogado que uso a menudo, las ligeras informaciones estadísticas y la discreción de los cuadros y pinturas fugaces, a título de suavizar el aspecto de algunos estudios que pudieran parecer pesados. En suma: he tratado de organizar un libro que dentro del más acrisolado nacionalismo, sea sano en gramática, en pedagogía y en sentimiento.