Title Thumbnail

Guerra de Granada

Hecha por el rey D. Felipe II, contra los Moriscos de aquel reino, sus rebeldes

9781465637581
208 pages
Library of Alexandria
Overview
Mi propósito es escribir la guerra que el rey católico de España D. Felipe el II., hijo del nunca vencido emperador D. Cárlos, tuvo en el reino de Granada contra los rebeldes nuevamente convertidos: parte de la cual yo vi, y parte entendí de personas que en ella pusieron las manos y el entendimiento. Bien sé que muchas cosas de las que escribiere parecerán á algunos livianas y menudas para historia, comparadas á las grandes que de España se hallan escritas: guerras largas de varios sucesos; tomas y desolaciones de ciudades populosas; reyes vencidos y presos; discordias entre padres é hijos, hermanos y hermanas, suegros y yernos; desposeidos, restituidos, y otra vez desposeidos, muertos á hierro; acabados linajes; mudadas sucesiones de reinos: libre y extendido campo, y ancha salida para los escritores. Yo escogí camino mas estrecho, trabajoso, estéril, y sin gloria; pero provechoso, y de fruto para los que adelante vinieren: comienzos bajos, rebelion de salteadores, junta de esclavos, tumulto de villanos, competencias, odios, ambiciones, y pretensiones; dilacion de provisiones, falta de dinero, inconvenientes ó no creidos, ó tenidos en poco; remision y flojedad en ánimos acostumbrados á entender, proveer, y disimular mayores cosas: y así no será cuidado perdido considerar de cuan livianos principios y causas particulares se viene á colmo de grandes trabajos, dificultades y daños públicos, y cuasi fuera de remedio. Veráse una guerra, al parecer tenida en poco, y liviana dentro en casa, mas fuera estimada y de gran coyuntura; que en cuanto duró tuvo atentos, y no sin esperanza, los ánimos de príncipes amigos y enemigos, lejos y cerca: primero cubierta y sobresanada, y al fin descubierta, parte con el miedo y la industria, y parte criada con el arte y ambicion. La gente que dije, pocos á pocos junta, representada en forma de ejércitos; necesitada España á mover sus fuerzas, para atajar el fuego; el rey salir de su reposo, y acercarse á ella; encomendar la empresa á D. Juan de Austria su hermano, hijo del emperador D. Cárlos, á quien la obligacion de las victorias del padre moviese á dar la cuenta de sí, que nos muestra el suceso. En fin pelearse cada dia con enemigos; frio, calor, hambre; falta de municiones, de aparejos en todas partes; daños nuevos, muertes á la continua: hasta que vimos á los enemigos, nacion belicosa, entera, armada, y confiada en el sitio, en el favor de los bárbaros y turcos, vencida, rendida, sacada de su tierra, y desposeida de sus casas y bienes; presos y atados hombres y mujeres; niños cautivos vendidos en almoneda, ó llevados á habitar á tierras lejos de la suya: cautiverio y transmigracion no menor, que las que de otras gentes se leen por las historias. Victoria dudosa, y de sucesos tan peligrosos, que alguna vez se tuvo duda si éramos nosotros, ó los enemigos, los á quien Dios queria castigar: hasta que el fin de ella descubrió, que nosotros éramos los amenazados, y ellos los castigados. Agradezcan y acepten esta mi voluntad libre, y lejos de todas las cosas de odio ó de amor, los que quisieren tomar ejemplo, ó escarmiento; que esto solo pretendo por remuneracion de mi trabajo, sin que de mi nombre quede otra memoria. Y porque mejor se entienda lo adelante, diré algo de la fundacion de Granada, qué gentes la poblaron al principio, como se mezclaron, como hubo este nombre, en quien comenzó el reino de ella; puesto que no sea conforme á la opinion de muchos; pero será lo que hallé en los libros arábigos de la tierra, y los de Muley Hacén rey de Túnez, y lo que hasta hoy queda en la memoria de los hombres, haciendo á los autores cargo de la verdad.