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Recuerdos de mi vida (Complete)

9781465634931
281 pages
Library of Alexandria
Overview
Allá por los años de 1896 a 1900 se puso en moda el género de la autobiografía. Varios ingenios, en su mayoría pertenecientes a los gremios militar, político y literario, dieron la señal redactando interesantes y amenos Recuerdos, que serán de seguro consultados con fruto por los actuales y futuros historiadores. Yo fuí entonces un caso de contagio de la general epidemia. Para complacer a algunos amigos que deseaban saber en qué condiciones se desarrolló mi modesta actividad científica, resolví escribir la historia de una vida vulgar, tan pobre de peripecias atrayentes como fértil en desilusiones y contrariedades. Además de aportar el consabido documento humano, me proponía ofrecer al público un caso depsicología individual y cierta crítica razonada de nuestro régimen docente. En el Prólogo advertencia, que precedía al primer tomo, decíamos con leves variantes: «Contendrá este libro, más que narración de actos, exposición de sentimientos e ideas. En él se reflejará sintéticamente la serie de las reacciones mentales, provocadas en el autor por el choque de la realidad del mundo y de los hombres. »Enseñan Taine (entonces Taine estaba a la moda) y otros modernos críticos, que el hombre es función del medio físico y moral que le rodea. Referir las ideas que le guiaron y los afectos que le movieron, es tanto como mostrar los efectos casi necesarios del ambiente, las causas mecánicas de la obra realizada; pero es también, y muy señaladamente, poner en evidencia los gérmenes de error, de atraso o de progreso existentes en el medio social; es señalar los vicios de la enseñanza y de la educación; y es, en fin, por lo que toca a nuestro caso particular, marcar los obstáculos contra los cuales se estrella a menudo la juventud cuando, a impulsos de generosa ambición, pretende, en la modesta esfera de sus aptitudes, colaborar en la magna y redentora empresa de la cultura patria. »Tal es la justificación de la presente obrilla. Ahí está también, según yo pienso, el único y menguado interés que mi autobiografía puede inspirar a aquellas personas sinceramente preocupadas del arduo problema de la educación nacional. »No busque, pues, aquí el lector aventuras estupendas, narraciones pintorescas, ni arranques pasionales. Quien sienta, como el toro, atracción por lo rojo, debe leer vidas de caudillos, historias de héroes. »Una vida de aventuras implica exceso y variación continua de la acción y de su escenario, al revés de lo que reclama la labor del espíritu, que a imitación de la naturaleza sólo puede producir en la calma, el silencio y la obscuridad. »Pero una vida, por sencilla que sea, es un haz complejísimo de ideas, de sentimientos y de sucesos, frecuentemente contradictorios e ilógicos, solamente enlazados y armonizados por la continuidad de una conciencia personal. Imposible será, pues, sin faltar a la sinceridad o sin trazar un cuadro incompleto y excesivamente objetivo, dejar de reflejar en un escrito de este género los diversos y sucesivos estados mentales del autor acerca de sus convicciones o sus dudas en materias religiosas, filosóficas, científicas y hasta sociológicas y artísticas. »Si algún psicólogo o educador se toma la molestia de recorrer estas páginas, podrá ver en ellas un caso típico de educación romántica; siendo de notar la curiosa circunstancia de que semejante educación fué muy principalmente obra personal y tuvo la significación de una reacción compensadora excesiva contra los gustos y cultura, harto utilitarios y positivistas, que padres y maestros quisieron imponer al autor.